Vino al Perú varias veces para hablar de Mariátegui. Solía decir que José Carlos no pensó América desde Marx sino que a Marx desde América. Lo mismo podríamos decir de él, participo de muchas maneras en la creación de un marxismo nuestro. Una de esas fue su concepto de cultura "que es no sólo actividad intelectual sino también canto, baile, comida específica, juegos, deportes y formas de sexualidad". El 2002 en el Segundo Encuentro Latinoamericano de Escritores propuso la categoría "Literatura musical" para designar las letras de las canciones, lo que en este blog llamamos "ciudad cantada". Vaya la reproducción de su ponencia en esa oportunidad como el mejor homenaje al camarada, al amigo, al intelectual. Ya no podrá venir mas, pero siempre se quedara entre nosotros, en el aire que respiramos.
Contribución de los letristas de Corridos, Salsas, Tangos, Pasillos, Cuecas a la Identidad Latinoamericana
Luis Vitale
Unas palabras antes de empezar
Estas líneas están hechas con la fuerza que da quien ha mamado desde muy joven la música de los países latinoamericanos, que han ido forjando nuestra identidad. Y siguen forjándola a contrapelo de las malas ondas "neoliberales" y de esa burbuja llamada "aldea global", que pretende explicarlo todo y no explica ni un carajo.
Precisamente, a ese esfuerzo de reafirmación de la identidad latinoamericana a través de la literatura y de las letras de la música popular de nuestra tierra, queremos contribuir con la presente ponencia a este Encuentro Latinoamericano de Escritores. Nos permitimos introducir el tema de las letras de canciones populares en este Encuentro de Escritores porque somos de la opinión de que los letristas de tangos, de tonadas, de corridos, de salsa y otras músicas deben ser considerados como escritores. De hecho, muchos de ellos han sido novelistas y poetas. Pongo, entonces, a discusión el concepto de Literatura musical. Y si no es correcto, busquemos otro término que exprese a cabalidad esta relación de la literatura con la música; es hecho objetivo que el novelista cuentista o poeta desarrollan también su vena literaria al compás de una música.
I
Estas páginas han brotado en un agudo momento de extranjerización de todo, con la expresa finalidad de contribuir a reafirmar nuestra identidad, afectada por la ofensiva neoliberal, que está sustituyendo, entre otras cosas, la música popular por una música "glogalizada", amenizada en casi todo el mundo, aunque nada tiene que ver con la identidad de los pueblos asiáticos, africanos y latinoamericanos.
Es urgente hacer un balance de las dos décadas de aplicación de este modelito, que más bien debería llamarse neoconservadurismo porque de liberal no tiene ni pizca, en el sentido riguroso del concepto liberal decimonónico.
No debemos seguir tragándonos el cuento de que globalización es lo mismo que mundialización. Globalización es un concepto de claro contenido ideologizante, destinado a hacerle creer a los habitantes de la humanidad que todos estamos gozando de los mismos adelantos, tanto el que vive en Estados Unidos como el que sobrevive en el Congo. Es sabido que toda ideologización es inversión y deformación de la realidad al servicio de la clase dominante.
La identidad no está dada de una vez y para siempre; es un proceso. Se va haciendo en la continuidad histórica, en la pertenencia a un territorio, a una lengua, a una clase social, a un género o a una etnia. La frase del poeta Machado "se hace camino al andar" tiene relación con el proceso de la identidad que siempre se va forjando, con sus avances y retrocesos. En tal sentido, la música, la novela, la poesía, el teatro y el cine, como expresión de la vida cotidiana, contribuyen en cierta medida a reafirmar la identidad.
La conciencia colectiva de identidad, siempre en desarrollo, se refleja en variadas formas de autoafirmación y ruptura. La identidad latinoamericana, como nación, surgió como rechazo a la colonización hispano-lusitana, y luego como respuesta a la dependencia estructural implantada por las metrópolis imperialistas. Al decir del argelino Franz Fanon, el colonialismo y las relaciones de dependencia aceleran contradictoriamente la conciencia social de identidad. Nuestra identidad latinoamericana no se desarrolló sólo como mero mecanismo de defensa ante las formas de colonialismo, sino como autoafirmación destinada a generar proyectos de liberación.
Por eso, la identidad de nuestros pueblos es un proceso que ha tratado de ser abortado, deformado y mediatizado por el neocolonialismo cultural y las diversas formas de aculturación.
Existe unidad en la diversidad de cada país o región de "nuestra América", como dijera el gran poeta cubano José Martí, porque conviven diferentes Pueblos Originarios, que tienen a su vez su propia identidad. Existe, asimismo, una identidad de clase, que no es contradictoria con la aspiración a la unidad latinoamericana.
Las identidades particulares de región tampoco son incompatibles con el sentir latinoamericanista. Para ello, hay que redimensionar el concepto de región, dándole un contenido de mayor historicidad latinoamericana, sin restringirlo a los límites geográficos.
Así se podrán comprender mejor las especificidades de cada país. Asimismo, creemos conveniente distinguir entre identidad y la tan mentada unidad nacional. Mientras la consigna de "unidad nacional" es ideologizante, el concepto de identidad nacional es una categoría objetiva, ya que nadie podría negar el sentido de pertenencia que los habitantes experimentan por su país.
Por consiguiente, no sólo hay una identidad de clase, de género y de etnia oprimida sino también una identidad de país oprimido y, por extensión, de subcontinente subyugado, como es América Latina. La conciencia colectiva de identidad rebasa el marco de las psicologías y ontologías del llamado ser nacional, pues lo que une a los pueblos latinoamericanos es su condición de opresión social, política y cultural.
II
Nuestras investigaciones históricas sobre la novela y el cuento nos permiten señalar que constituyen una fuente testimonial relevante para la reconstrucción de la historia. El escritor chileno Joaquín Edwards Bello dijo a principios del siglo XX: "hacen falta muchos novelistas que nos digan algo de la vida íntima o de la sub-historia. Necesitamos saber qué se comía, cómo se amaba...es preciso conocer no solamente la copa del árbol, sino también las raíces".
LO MISMO ES VALIDO PARA LA MUSICA POPULAR.
estamos convencidos de que existe una relación de reciprocidad entre la literatura y las letras de las músicas populares.
Estas letras expresan la vida cotidiana de sectores mayoritarios de la sociedad, pues de manera directa reflejan las alegrías y tristezas, amores y desencantos, el transcurrir urbano y rural, la vida de los cafés y bares, la protesta étnica y de clase; en fin, la música popular, sobre todo con letra, expresa una forma de sentir la realidad de un determinado momento histórico. Sus mensajes contribuyeron, en una medida no debidamente evaluada aún, a la formación de la conciencia de nuestros pueblos. Estas letras fueron escuchadas y cantadas por millones de personas, especialmente a partir de la generalización de los medios de comunicación, como la radio. Por eso, la música popular es parte de la historia.
No sólo es testimonio de una época sino que también continúa haciendo historia.
Desde 1930 se dieron en este subcontinente cuatro músicas generalizadas: el corrido, el tango, el bolero y la salsa, especificación que no desconoce la importancia de la música llamada folklórica y de otros ritmos urbanos. Lo que queremos enfatizar es el carácter generalizado a nivel de toda nuestra América que adquiere el corrido, el tango, el bolero y la salsa, tanto por su ritmo como por su letra, expresión de los problemas del campo y la ciudad. Al generalizarse en toda América Latina contribuyeron a reforzar nuestra identidad y a profundizar una forma latinoamericana de sentir, oir y danzar.
El CORRIDO, difundido por Jorge Negrete, Angel Vargas, Amparo Ochoa y Pedro Infante, se remonta al período de la lucha anticolonial: "señor Virrey Apodaca/ya no da leche la vaca/ahora ya no hay más que pollos/y esos son para los criollos".
Durante la revolución por la Independencia, liderada por Hidalgo y Morelos, se hizo muy popular "El corrido de los oprimidos": "Voy a cantar un corrido/ de esos que hacen padecer/ Desde que los españoles/vinieron a este lugar/ quedamos esclavizados/sin tener tierra ni hogar./ Tres largos siglos/ el indio, triste, sufrió/ hasta que luego en Dolores/ la libertad alumbró./ El gobierno la independencia nos dio.../y al indio nada quedó, sin pensar que por ser dueño/durante años peleó./ Por eso el indio ha sufrido/ miserias, hambre y dolor/ esperando le devuelvan/ sus tierras que tanto amó".Es un corrido como para recrear la historia de la independencia, no sólo mexicana, pues muestra sin ambigüedades que la ruptura del nexo colonial condujo a una
independencia política formal.
A mediados del siglo XIX, Estados Unidos se apoderó de la mitad del territorio mexicano, como canta el "Corrido de los americanos": "Ay amigos míos/les voy a contar/lo que ha pasado en esta ciudad./ Entraron los yanquis/ me arriesgo a pelear/ y a la pasadita/dan, darán, dan, darán/ Los yanquis malvados/ no cesan de hablar/que habrán de acabar/con esta nación"
La reacción popular en contra de la invasión francesa de 1864, volvió a expresarse en otro corrido: "La guerra fue sangrienta/Juárez, Iglesias y Lerdo, Corona y Riva Palacio/con mucho valor/dominaron al traidor./Y con esta me despido/de esta bella capital./Aquí se acaba el corrido del triunfo de la nación".
El corrido alcanzó su máxima expresión en la revolución de l910-20, que contribuyó más que otras revoluciones a forjar la identidad no sólo latinoamericana sino también la identidad de clase, tanto obrera como campesina, pues la revolución mexicana fue la primera gran revolución campesina de Latinoamérica. En el corrido "Ideales de la Revolución" se cantaba: "Pueblos esclavos de gobiernos venales/ yo les suplico me presten atención/para decirles cuales son/los ideales por los que lucha/la actual revolución/. Lo primero combatir contra los tiranos/para arrancarles la amada libertad".
Innumerables son los corridos que cantan sobre el coraje de Zapata y Villa, entre ellos el "Juan sin Tierra": "Gritó Emiliano Zapata:/ `Quiero tierra y libertad ́/ y el gobierno se reía/cuando lo iban a enterrar./ Vuela, vuela, palomita/párate en aquella higuera/que aquí se acaba el corrido/del mentado Juan sin Tierra".
Aunque no disponemos de espacio como para analizar las letras de los corridos y del contexto en que surgieron, podemos afirmar que conocer los corridos es conocer en parte la historia de México, de sus principales períodos y de la influencia que ejercieron sobre los pueblos latinoamericanos en su quehacer identitario.
La mayoría de las canciones centroamericanas tienen relación con la música de las Antillas, sobre todo de la marimba, instrumento africano que luego adaptaron los pueblos originarios. En Panamá compusieron un PORRO titulado "Tío caimán", que describe la situación de ese pueblo después de Estados Unidos se apoderó del istmo: "Yo tenía mi casa chica, tío caimán/ y habitaba en Panamá, tío caimán./De repente el territorio, tío caimán/de sur a norte se abrió/y la tierra que allí había/tío Caimán se la llevó/. Puso el Caimán su bandera/ y la mía me la quitó, tío caimán". Esta afrenta norteamericana recrudeció, contradictoriamente, la lucha por la unidad latinoamericana en las dos primeras décadas del siglo XX.
La CUMBIA oriunda del litoral atlántico colombiano, es un canto a la naturaleza y a la vida cotidiana. Una de ellas, "El alegre pescador", dice: "La luna espera sonriente/ con su mágico esplendor/la llegada del valiente/y alegre pescador./ El pescador habla con la luna.../ Regresan los pescadores/con su carga pa' vender/al puerto de sus amores/donde tienen su querer".
El VALLENATO Surgió en el litoral atlántico de Colombia, en tierras habitadas no sólo por negros
sino también por pueblos originarios, como se refleja en el “Indio Sinuano” del poeta David Sánchez : “Yo soy indio de los puros de Sinu/ Esta tierra es mi tierra/ a mi casa llegó un día el español/ y del oro de mi padre se apropió/ y mi tierra y mi guitarra de las manos./ Oigan blancos les advierto si señor/ que mi raza volverá tal como el sol/ a pintarse los cachetes de color/ y a infundirles a ustedes miedo y temblor .
VALS PERUANO Uno de los más famosos es “El plebeyo” : “El hijo del pueblo/ el hombre que supo
amar/ y que sufriendo está/ esa infamante ley de amar a un aristócrata/ si plebeyo él/ ¡Señor por qué los seres no son de igual valor!"
CANTARES DE CHILE Expresados por Violeta Parra en “Al centro de la injusticia” : “Chile limita al norte con el Perú/ y con el Cabo de Hornos limita al sur/ al medio están los valles con sus
verdores/ donde se multiplican los pobladores/ con su miseria viven en conventillos/ en conventillos... / la papa nos la venden naciones varias/ cuando del sur de Chile es originaria. / La miseria es grande en los hospitales/ en medio de la Alameda de las delicias/ Chile limita al centro de la injusticia.”
LA NUEVA CANCION LATINOAMERICANA Tuvo lúcidos exponentes como Alfredo Zitarrosa y Daniel Viglietti quien el 1968 le cantó al padre Camilo Torres poco después de su muerte en combate : “Donde cayó Camilo/ nació una cruz/ pero no de madera/ sino de luz. / Camilo Torres muere para vivir.”. Quien no recuerda su canción “A desalambrar” : “Yo pregunto a los presentes/ si no se han puesto a pensar/ que esta tierra es de nosotros/ y no del que tenga más.”
EL TANGO
Si bien es cierto, que los letristas de tango recibieron influencia de la literatura, no puede desconocerse que crearon poemas y temas que enriquecieron nuestra literatura latinoamericana. Tanta fuerza irradiaron -como expresión de la vida cotidiana- que notables novelistas de nuestra América describían parte de la realidad social inspirados en ellos, quedando en evidencia que hubo una relación de reciprocidad entre la literatura y la música popular.
Restringir solamente el tango al río de La Plata es ponerle límites a un proceso que se propagó por todas las urbes de América Latina. El tango se bailó y cantó también en festivales. El país donde más se arraigó el tango fue Colombia, donde existe una subcultura del tango tan manifiesta que hasta los jóvenes saben más letras que los ríoplatenses. En Chile y en Ecuador se escucha con la misma atención que el pasillo, quizá porque tenía similar hondura sentimental. En algunos círculos limeños, el tango le disputaba la pista al vals peruano.
El tango no sólo tiene letras sobre la amistad, el bulin y el barrio, sino también letras de alto contenido social como “Al pie de la santa cruz” : “Declaran la huelga/ hay hambre en las calles/ es mucho el trabajo/ y poco el jornal. Otro es “Yira...Yira” de Discépolo : “Cuando la suerte que es grela/ fallando y fallando/ te largue parao/ y cuando estés bien en la vía/ sin rumbo esesperao/ cuando no tengas ni fe/ ni yerba de ayer/ secándose al sol”. Quizá uno de sus tangos más vigentes es “Cambalache”, que profetiza el mundo que vivimos hoy : “Que el mundo fue y será una porquería/ ya lo sé/ en el quinientos seis/ y en el dos mil también. / Que siempre ha habido chorros/ maquiavelos y estafaos/ contentos y amargaos/ valores y dublé./ Pero que el siglo XX/ es un despliegue de malda insolente/ ya no hay quien lo niegue... / No pienses más/ sentate a un lao/ que a nadie importa si naciste honrrao./ Es lo mismo el que labura/ noche y día como un buey/ de que vive de los otros/ que el que mata/ que el que cura/ no esta fuera de la ley”.
El tango “Al mundo le falta un tornillo” pareciera estar dedicado al mundo que hoy vivimos : “Hoy se vive de prepo/ y se duerme apurao/ y la barba hasta Cristo se la han afeitao./ Hoy se lleva empeñar/ al amigo más fiel/ nadie invita a morfar/ todo el mundo en el riel./ al mundo le falta un tornillo/ que venga un mecánico a ver si lo puede arreglar”.
Otro tango profético es “Camuflage” : “Hoy en día todo es grupo/ disfrazado de verdad/ una sarta de mentiras/ ha invadido la ciudad./ Cualquier gato con tarjeta/ se las da de gran señor/ y los chorros se dan cita/ en el campo del honor...”
LA SALSA
Fue otra de las músicas generalizadas de nuestro continente. Surgida en los barrios latinos de Nueva York, impulsada por la fuerza juvenil de los años 60, el movimiento rebelde negro, vanguardizado por Malcom X y los Panteras Negras y estimulados por la renovación musical de Los Beatles, la salsa se propagó rápidamente a todos los países. La temática barrial fue cantada por salseros, como Rubén Blades en “Pablo Pueblo” : “Regresa un hombre en silencio/ de su trabajo cansado/ lo espera el barrio de siempre/ con el farol en la esquina/ con la basura allá en frente... Su alimento es la esperanza/ su paso no lleva prisa/ su sombra nunca lo alcanza ... Hace del hambre una almohada/ y se acuesta triste del alma”
También hicieron crítica a los latinos arribistas en la salsa “Plástico” : “Ella era una chica plástica, de esas que veo por allí/ de esas cuando se agitan, sudan Channel Number Thre...El es un muchacho plástico, d esos que veo por ahí/ con la peinilla en la mano, y cara de yo no fui/ de los que por tema de conversación discuten/ que marca de carro es mejor. / Aparentando lo que no son viviendo en un mundo de pura ilusión”.
Para terminar esta ponencia, anhelo que se ponga a disposición si los autores de las letras de la música popular pueden ser caracterizados como escritores. También desearía intercambiar ideas con ustedes acerca de la relación entre las letras de la música popular y la literatura.
lunes, 28 de junio de 2010
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